¡Hola!, el post de hoy es sobre las Frutas Confitadas,
también llamadas tutti frutti o candied fruit, comúnmente utilizadas en
bizcochos, panettone, masas danesas, panes y galletas, por lo general en épocas
navideñas.
Primero
debemos saber que el Confitado es una técnica culinaria que proviene de la
palabra francesa “Confit” que significa preservar ó conservar.
Esta
técnica se basa en cocinar un alimento por mucho tiempo a baja temperatura en
aceite, grasa animal, manteca, etc.
En el
caso de las Frutas, éste proceso se realiza a través del almíbar, el cual
absorbe la humedad de la fruta y por eso la conserva.
Este tipo
de frutas se utiliza principalmente por su variado color, su sabor y porque
puede durar varios años para ser utilizadas.
Entre las
frutas más utilizadas para éste proceso se encuentran los cítricos (naranja,
piña, limón, kiwi) uvas, cerezas, albaricoques, higos, manzanas, papaya
(lechoza) y dátiles.
Si quieres más información sobre cómo utilizar Frutas
en los Postres haz click: Aqui
¿Cómo se preparan las Frutas Confitadas Caseras?
En
algunos países son difíciles de conseguir o algo costosas es por ello que hoy
te presento una forma sencilla y muy económica de que las prepares utilizando
Lechoza (papaya) verde.
La Receta
es una interpretación de la original publicada por Angélica Berrios y creo
después de haber leído muchas que es una de las más fáciles de hacer.
Sólo Necesitas 5 ingredientes:
Lechoza
(papaya) verde pelada y cortada en cuadros pequeños, aprox. 900grs.
Azúcar
1
cdita de bicarbonato de sodio
colorante
vegetal
Esencia de frutas ó vainilla
Agua
(cantidad necesaria)
Coloca la fruta en un envase con agua hasta cubrirla y agrégale el bicarbonato, dejar
reposar por al menos 1 hora.
Pasado el
tiempo lava la fruta y divídela en tantos colores se quieras hacer.
Coloca la
fruta en una olla con agua suficiente hasta cubrirla, y llévala al fuego medio por
10 minutos ó hasta que esté al dente. No debe ablandarse demasiado. El tiempo
dependerá de la cantidad de fruta a colocar, mientras menos fruta menos tiempo.
Baja del
fuego y agrega el colorante deseado, revuelve y déjala reposar por al menos 15
minutos más, para que la fruta absorba el color, la cantidad de color dependerá
de la intensidad que lo quieras y de la cantidad de fruta que tienes.
Cuela los
trozos de fruta y reserva el agua coloreada.
Haz un
almíbar (puedes usar el agua coloreada) con relación 1: ½ es decir por cada
taza de agua usarás la mitad de azúcar.
Cuando el
almíbar comience a hervir agregas la fruta y la cocinas por 15 minutos más hasta
que tome un color brillante y tenga la consistencia deseada, agregas la esencia
de tu preferencia. Se deja reposar hasta que esté a temperatura ambiente.
Luego cuélalas,
colócalas en una bandeja y se rocíalas con azúcar. Se dejan secar de ésta forma
por 6 horas y luego se guardan en un envase de vidrio previamente esterilizado.
El
proceso se repite para cada color que se utilice. Los más populares son rojo, verde
y amarillo.
Puedes
utilizar la fruta de tu preferencia, el único detalle a tomar en cuenta es que
debes cocinarlas separadas ya que algunas tendrán más tiempo de cocción que
otras, de igual manera si vas a utilizar colorantes de colores diferentes. Y
debes cuidar el tiempo ya que cada fruta tiene un tiempo de cocción distinto.